domingo, 8 de abril de 2012

De blanco titanio



Desnudo femenino con gato,  Max Pechstein
En esta ocasión les traigo una historia cuanto menos curiosa.  Resulta que cuando alguien roba objetos de un gran valor, se le denomina  "ladrón de guante blanco", ¿no es así? Pues bien, en esta ocasión nos hemos topado con "un ladrón de pincel blanco", ¿qué les parece? Según cuentan, Wolfgang Beltracchi -su esposa tampoco se libró, también le robo el apellido- durante años estuvo falsificando obras de  autores como, Max Ernst; vendido por la sustanciosa suma de 2,81 millones de euros, André Derain ; vendido al mismo precio que el anterior, Max pechstein, subastado por la no despreciable suma de 498.000 euros. Su coartada era perfecta, un familiar había heredado una colección a la que denominó Jäger -ingenioso el tipo, ¿no creen?- que por un milagro divino sobrevivió al régimen nazi. Todo iba sobre ruedas, las galerías, las casas de subastas, los compradores,  cotizaban a precio de oro, obras falsas.
El talentoso individuo ya podía reproducir un Picasso en una sola tarde con tan solo 14 años, él atribuye esto a la herencia de su padre, restaurador y pintor.

Cuadro rojo con caballos, Heinrich Campendonk
                                                                                   
Los cuentos, saben,  tienen final y éste llegó cuando Trasteco,  una compañía maltesa, "dio al traste" con la estafa. Se diponía a comprar una obra "Cuadro rojo con caballos" del autor Heinrich Campendonk, de nuevo,  Wolfgang se iba a embolsar la nada desdeñable cifra de 2,88 millones de euros, pero esta vez no contó con un pequeño detalle. La pintura blanca que utilizó contenia titanio, ¡que infortunio oigan! En 1915,  cuando se pintó el original, no existia el blanco de titanio, este fallo,  le abrió de par en par las puertas de la cárcel.

El perfume, Patrick Süskind

 Para Beltracchi, el requisito más importante era  "capturar la esencia" algo así como lo que persigue Jean-Baptiste Grenouille, protagonista de la novela "El Perfume" de Patrick Süskind.
Con todo,  Wolfgang Beltracchi no ha salido mal parado, goza de un régimen abierto y, además nadie ve mal que haya estafado a los magnates del dinero. Lo peor de todo... que se ha tenido que buscar un trabajo normal después de tanto talento, ¿cuál será su próxima jugada? Estaremos atentos. Por cierto, lean el libro, es un consejo.



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